• Adaptación Basada en Ecosistemas

Tecnologías Ancestrales y Cambio Climático

Nuestro proyecto combina la ciencia moderna con el conocimiento ancestral para restaurar humedales, turberas y pastizales de los ecosistemas de puna en los Andes centrales. Esta experiencia se realizó en el marco del Proyecto Adaptación basada en Ecosistemas de Montaña entre los años 2013 y 2016.

Las comunidades de montaña plantearon el problema de asegurar sus fuentes de agua a medida que el cambio climático y otros factores amenazan con secar y degradar los pastizales y humedales de alta montaña. Nos asociamos con las familias de Canchayllo y Miraflores (Reserva Natural Nor Yauyos Cochas) para reparar y restaurar embalses, canales de irrigación y otros sistemas de regulación de agua construidos originalmente por sus antepasados alrededor de 1,000 DC. Restaurar sus tecnologías ancestrales ha mejorado la disponibilidad de agua y ha aumentado la productividad del ganado. Esto, a su vez, ha incrementado la seguridad alimentaria y los beneficios económicos. El mejor manejo de pastizales ha enriquecido la biodiversidad y la cantidad de forraje disponible en las praderas circundantes. Las praderas saludables incrementan su resiliencia al cambio climático, así como la de todos los que dependen de ellas. En base al éxito de este proyecto, estamos replicándolo en otros sitios de montaña. Nuestro proyecto fue seleccionado como uno de los 10 finalistas en el Concurso de búsqueda de soluciones 2017 «Farming for Biodiversity» y ganó en la categoría de «Water Impact «.

 

CONTEXTO

Nuestro proyecto se enfocó en dos comunidades altoandinas del Perú: Canchayllo (230 familias) y Miraflores (80 familias), ubicadas en la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas. Sus medios de subsistencia, la seguridad alimentaria e hídrica dependen de los pastizales y humedales, vegetación típica de Puna. Dadas las amenazas del cambio climático, un ecosistema de puna saludable es más importante que nunca, ya que juega un papel fundamental en la captura, el almacenamiento y la regulación del agua de las montañas. Las comunidades con las que nos asociamos crían ovejas, vacas y alpacas. También cultivan diversos cultivos y manejan vicuñas silvestres por su lana de gran valor. La puna es esencial para el bienestar de los pobladores y la fauna de valor único que está adaptada a éste ecosistema, incluida la vicuña cuya población se está reduciendo en la zona.

Las civilizaciones preincaicas, antepasados de estas comunidades, comenzaron a colonizar la puna alrededor del año 100 a. C. Para el año 1000 D.C., las culturas originales habían diseñado ecosistemas de puna con presas de limo, depósitos de agua y canales para expandir los humedales y mejorar los pastizales. Estas tecnologías ancestrales fueron diseñadas para disminuir el movimiento del agua a través de pastos y suelos. Cuando estas tecnologías eran empleadas plenamente, la puna conserva más agua en el suelo, permitiendo que floreciera la biodiversidad, amortiguando las sequías, y proporcionando forraje para el ganado: fuentes sostenibles de carne, queso y estiércol. Estas sociedades antiguas cultivaron cientos de variedades nativas de papa, maíz, tubérculos y granos de altura con agua que aseguraban en la puna para el riego.

 

EL PROBLEMA

El ecosistema de puna que rodea el ámbito del proyecto se ha degradado con el tiempo debido al retroceso de los glaciares, los cambios en las precipitaciones y el abandono de formas tradicionales de agricultura, pastoreo y gestión del agua. La infraestructura y tecnologías construidas siglos atrás en muchos casos están abandonadas o descuidadas en esta región. En Canchayllo y Miraflores, los agricultores identificaron tanto los cambios en el clima como los cambios en las prácticas tradicionales como amenazas graves para la puna. En los últimos años, el desecamiento de los humedales de puna ha obligado a los agricultores a concentrar sus rebaños en las áreas húmedas que les quedan, reduciendo así sus opciones para rotar los pastos para el ganado. Estos agricultores son conscientes de que, en ausencia de soluciones, el hábitat de la puna continuará deteriorándose, la condición de su ganado empeorará y el ecosistema en sí colapsará. Los medios de subsistencia de los pastores y la biodiversidad única de las montañas están en riesgo si las comunidades locales no encuentran una forma de adaptarse.

 

NUESTRO ENFOQUE

Los agricultores en Canchayllo y Miraflores convocaron asambleas comunitarias y se reunieron con expertos del Instituto de Montaña (IM) y colaboradores. El IM entrenó a investigadores locales que trabajaron con especialistas externos, realizando salidas de campo para el diagnóstico y salidas de campo y debates. Este grupo identificó soluciones centradas en la restauración de sistemas hidráulicos pre-incas. Estas tecnologías ancestrales irrigan los pastizales usando el agua de lluvia capturada en canales y reservorios, mejorando la humedad del suelo, la cobertura y composición vegetal, e incrementando la infiltración para recargar los acuíferos y manantiales. 

 

SOLUCIONES

Nuestro proyecto ha ayudado a los agricultores a reparar y restaurar los reservorios existentes, canales de irrigación y otros sistemas de regulación de agua originalmente construidos por sus antepasados. Las soluciones de infraestructura fueron adaptadas a partir de tecnologías antiguas y co-diseñadas por grupos de investigación comunitarios y científicos externos.  El proceso fue inclusivo, participativo y se centró en integrar las soluciones y su sostenibilidad ecológica. El diseño de la restauración se basó en el conocimiento íntimo de los miembros de la comunidad sobre los contextos sociales y biofísicos del ecosistema de la puna. Por ejemplo, el uso de PVC bajo suelo fue propuesto por investigadores locales como un material que resistiría las condiciones húmedas de la puna con un mantenimiento relativamente pequeño.

El sistema de gestión del agua reacondicionado es una solución híbrida de tecnologías grises (construidas) y verdes (de la naturaleza) que aprovechan al máximo la ingeniería antigua y moderna. La solución fue adoptada por la comunidad porque aborda una inquietud comunitaria de alta prioridad, identificada por ellos mismos. Los planes de gestión comunitaria para el cuidado del ecosistema revitalizado se desarrollaron simultáneamente.

 

RESULTADOS

Al restaurar las tecnologías ancestrales, hemos ayudado a revitalizar secciones del ecosistema de puna, beneficiando tanto a las personas como a la vida silvestre. La disponibilidad de agua a nivel local ha aumentado, especialmente en la estación seca, lo que ha llevado a un incremento en la productividad del ganado y de los cultivos. Esto, a su vez, ha mejorado la seguridad alimentaria y beneficios económicos a las comunidades de Canchayllo y Miraflores. La riqueza y abundancia de las plantas nativas y la vida silvestre también han mejorado en el ecosistema circundante, haciendo que la puna, y todos los que dependen de ella, sean más resilientes al cambio climático. La clave del éxito fue la activa participación de la comunidad en todas las etapas del diseño e implementación del proyecto. Esto reforzó la apropiación por parte de la población, mejoró la confianza para aplicar el conocimiento tradicional y permitió implementar una solución concreta en beneficio de la comunidad. El entendimiento y exploración de las capas profundas de las estructuras de poder en una comunidad puede ser extremadamente difícil. Un entendimiento pobre de este contexto puede fácilmente crear desconfianza y frustrar la implementación de soluciones que implican recursos y acciones colectivas. Hemos construido confianza en la comunidad y empoderado grupos de investigadores locales, respetando a las autoridades locales y promoviendo su liderazgo en la solución de conflictos emergentes relacionados al acceso y uso del agua y las pasturas.

 

ALIADOS

Los socios clave involucrados en este proyecto son:

  • Comunidades rurales, que fueron las principales instituciones de contrapartes. El fortalecimiento de sus capacidades para el manejo exitoso de recursos naturales comunales tendrá implicancias significativas para la rehabilitación de los ecosistemas de puna y el consiguiente uso sostenible.
  • Socios implementadores:
    • La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) trabajó cercanamente con el equipo del IM en el desarrollo de las actividades.
    • La Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas (RPNYC) del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas del Perú (SERNANP): articulando a estas instituciones gubernamentales, las soluciones comprobadas fueron replicadas en otras áreas protegidas de montañas. Parte de nuestro proyecto contempló compartir los resultados de Nor Yauyos en otras áreas protegidas de montaña en Perú.
  • Las autoridades distritales fueron bien informadas y participaron en el proceso proveyendo materiales y recursos financieros.
  • Los grupos de estudios científicos en ciencias de la tierra, tales como el Laboratorio de Ecología de Pastizales de la Universidad Nacional Agraria La Molina, y especialistas independientes en hidrogeología y economía, aportaron el enfoque y métodos científicos. Se documentaron bases de datos y se monitorearon resultados iniciales con métodos validados científicamente. A partir de los análisis de costo-beneficio, las organizaciones involucradas apoyaron la idea de desarrollar una solución de mayores posibilidades de réplica en otros sectores.
  • Ministerio del Ambiente (MINAM). La solución -tanto el proceso como los impactos- fue documentada en detalle y altamente alineada con las políticas y procesos nacionales.
  • El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) también fueron socios de este proyecto financiado por el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania (BMUB), a través de su Iniciativa Climática Internacional (BMUB-IKI).

Miembros de la comunidad de Miraflores transportando postas para construir cercas en el área donde el agua traída por el canal les permitió restaurar los pastos y mejorar la rotación de ganado.