El Instituto de Montaña es una de las agencias que implementan el proyecto PARA-Agua de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). El proyecto se desarrolla en Sudamérica y en el caso de Colombia en la cuenca del río Chinchiná. PARA-Agua coopera con autoridades y representantes de instituciones en las cuencas y a nivel nacional, con la finalidad de analizar y resolver las brechas entre demanda y oferta de información para resolver retos en el manejo del agua y la adaptación del cambio climático. Exploramos mecanismos para integrar a las instituciones cooperando en redes y sistemas para resolver estas necesidades de información.
Una de las cuencas piloto de PARA-Agua es la del río Chinchiná, una zona cafetalera muy importante, avanzada en información y con recursos humanos y potencial de innovar mecanismos que articulen investigación científica y decisiones en las cuencas.
Los avances en Chinchiná fueron ilustrados en una interesante entrevista con Mirella Gallardo en el medio virtual “La Patria.com” (Colombia). Mirella, integrante del Instituto de Montaña y responsable técnica de uno de los componentes del Proyecto PARA-Agua, nos dice: “Estamos reunidos con un conjunto de instituciones que trabajan en la gestión del agua en Manizales; los especialistas han afirmado hoy que existe suficiente disponibilidad de agua, y que son pocas las veredas de Caldas actualmente amenazadas de carencia del recurso. No obstante, aquí y en muchas partes del mundo hay poca conciencia sobre el ahorro y es misión propia y de los países crear estrategias efectivas para su preservación».
Mirella Gallardo sostuvo que “los países son testigos del descongelamiento de los glaciares, que actualmente proveen de mayor cantidad de agua por derretimiento, pero que más adelante no se va contar con estas reservas naturales y el departamento de Caldas no es ajeno a este fenómeno. Por este motivo, es necesario planificar e implementar medidas que permitan sustituir estas fuentes, tales como la preservación de los humedales de las zonas altas que garanticen el almacenamiento y la provisión del recurso”.
En relación con los escenarios futuros de precipitación, la especialista concluye que las predicciones a largo plazo tienen mucha incertidumbre debido a que estas dependen de la topografía, los vientos y las condiciones de clima, que son muy variables en zonas de montaña. Resolver esta brecha de información es clave; con ese fin PARA-Agua trabaja con el Instituto del Ambiente de Estocolmo (SEI) y el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de los Estados Unidos (NCAR) desarrollando un modelo hidrológico regionalizado que permitirá aplicar el modelo WEAP a decisiones de manejo bajo escenarios futuros de clima. El Instituto de Montaña tiene el rol de articular las agendas de los investigadores externos a las necesidades prácticas de la formulación de políticas y gestión en las cuencas.